Autor: YASUNARI KAWABATA (japonés)
Editorial : LUIS DE CARALT EDITOR, S.A.
La Casa de las bellas durmientes es un lugar reservado al que acuden algunos caballeros ancianos para acostarse con muchachas jóvenes que, desnudas, duermen un sueño voluntario provocado mediante narcóticos. Ajenas a todo duermen sin ser conscientes del hecho ocurrido. Ellos pueden ver, tocar, besar, intentar despertar su lascivia otoñal, pero no pueden, según las reglas establecidas, hacer nada de mal gusto, ni, por supuesto, ultrajar la virginidad de las muchachas, cosa de todas maneras, físicamente improbable dada su avanzada edad. De esta manera se establece una relación en la que ellos no necesitan sentir vergüenza y su orgullo permanece intacto; y ellas, a su vez no experimentan ninguna repugnancia puesto que no tienen ninguna consciencia y desconocen que con ellas yace un viejo decrépito.
Más que tristeza o soledad, es la desolación y la fealdad de la vejez lo que atenaza al personaje, Eguchi, cuando acude a la casa por primera vez. Dormir con una belleza joven que no se va a despertar es una tentación, una aventura, un goce que calma la desesperación que siente por esa vejez que se le hace insoportable.
Pero yacer con una muchacha es un consuelo efímero, la búsqueda de la desaparecida felicidad de estar vivo. En las sucesivas noches que pasa en la Casa de las bellas durmientes Eguchi evoca momentos de su vida en los que tuvo otras relaciones amorosas. Al acostarse con ellas, su contacto, sus olores, hacen que floten en su mente las mujeres que hubo en su pasado.
Esta es una novela corta, pero profunda en su contenido, con la que Yasunari Kawabata, premio Nobel en 1968, inspiró a otro premio Nobel, Gabriel García Márquez, para escribir su última novela, "Memoria de mis putas tristes", de la que ya comenté tiempo atrás.